饾暦饾枎饾枒饾枎饾枡饾枍

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La joven de cabellos
rojizos, de piel blanca
c贸mo la nieve y
ojos tan negros como 
la noche. 

Deambula en las 
madrugadas en busca 
de ni帽os inocentes. 

Madre de los lilims
y hermana de Lucifer.
Concubina de Asmodeo.

La primera esposa de Ad谩n la
de belleza maligna. 

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Quisiera hacerte un chingo  de promesas, que de seguro no cumplir铆a o no se, talvez me equivoqu茅 y te cumpla cada una de ellas. Pero a veces la duda se instala en mi cabeza y corrompe mi esp铆ritu melanc贸lico. Pues bien los 煤ltimos d铆as he llegado a una conclusi贸n... Ha sido m谩s tuya que m铆a pero est谩 bien aceptar las decisiones de los dem谩s, aceptar que no son nuestras y que no las podemos cambiar... No puedo y no quiero obligarte a sentir el  mismo fuego que siento por dentro y que cada  vez me va consumiendo m谩s al verte y cuando te tengo cerca. Ni tampoco las mismas ganas. ¿Sabes?... Est谩 bien Quiero sostener tu mano en  este mundo de mierda, quiero acompa帽arte en tus momentos m谩s  oscuros, y que sepas que voy a estar siempre a tu lado. Te podr铆a prometer un poema antes de dormir para que calme tu mente y reconforte tu coraz贸n. Te prometer铆a tardes llenas de magia hablando por horas con un caf茅 en la mano o simplemente caminar en silencio hombro a hombro en el parque.... C贸mo dije a
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饾暜饾枂饾枙铆饾枡饾枤饾枒饾枖 饾暣 "饾暟饾枒 饾枎饾枔饾枎饾枅饾枎饾枖"

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Esa l煤gubre noche de Octubre, las calles estaban desiertas a excepci贸n, de que los 煤ltimos d铆as cada noche los perros aullaban despavoridos y algunos que otros sollozaban lastimosamente. Esta noche en especial hab铆a una gran luna llena y su p谩lida luz entraba por la ventana de mi habitaci贸n, a fuera de la vieja cazona en la que viv铆a se encontraba un gran sauce llor贸n y con esta reflejaba sombras extra帽as en las paredes.  Estaba dispuesta a dormirme cuando escuche un lamento  proveniente de la parte baja de la casa, los sollozos eran tan agudos y fuertes.  - "Es una mujer ", me dije a mi misma.  Pero de pronto todo qued贸  en silencio, como si la noche y aquella mujer tramaran algo, apenas si pod铆a escuchar mi propia respiraci贸n agitada.  El reloj marcaba las 3:30 de la madrugada cuando empec茅 a escuchar el crujido de las viejas vigas de las escaleras...<< alguien las estaba subiendo.>> Salte de la cama y corr铆 a la puerta para ponerle el pasador, al mismo tiempo q
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